Debo admitir que, muy a mi pesar, tengo dos blogs. Uno, que abandoné porque me traía malos recuerdos, y simplemente lo bloquee. Otro, que dado que llego a más de 100 entradas y de que pertenece a una etapa de mi vida que deje atrás, decidí darle un fin.
Y empecé con este.
Desde siempre me gustaron los pajaros: la libertad de volar, los colores, las plumas.
Y siempre sentí que yo estaba en una jaula para pajarillos.
Así que, si bien con el título me queme las pestañas, decidí que era hora de que de a poquito desenredara mis alas, y cuando esté lista para volar, que el cielo sea el límite.
Enjoy ;)
S.A.