martes, 29 de enero de 2013

Desentendida.

Llegan las vacaciones, empiezo kung fu, me alejo de todo, descanso, leo.
Y por algún motivo que desconozco me siento vacía, incompleta.

Quizas deba empezar de nuevo:
Descubrí que no soy la única que stalkea (ay, que sorpresa). La gente SI lee mi blog, y me preocupa, porque era el único espacio donde me sentía segura y podía hablar de lo que se me cantara sin miedo a ser juzgada, y como soy la reina de las buenas ideas, se me ocurrió que lo mejor que podía hacer era esconderlo a la vista de todos: en facebook.
A nadie le importa un carajo lo que yo publique; en cambio, si lo propagandease (ni se si existe esa palabra) como un secreto, a la gente no sólo le interesaría sino que se sentiría aún más atraída, nada que guste más que lo prohibido.

Y sin embrago la gente leyo, y fue así como me enteré que mi pequeña fortaleza de palabras sueltas se había quebrado, así que decidí empezar de cero, otro proyecto, otro blog. Un verdadero secreto.

¿Por qué no hago el blog privado? Porque por más que quiera guardarlo como un secreto me gusta saber que hay gente que pasa por mi blog y lee lo que escribo, y en cierta manera es una forma de hacerse escuchar, de sentirse contenida.

Así que los dejo con la duda de cómo será mi nuevo blog y como lo empezaré, cosa que ni yo se, todavía ni termine de armarlo.

Cariños,
S.A.


pd. si leen esto dejen un comentario, a los blogers les gusta sentirse apreciados.